Los participantes pueden frotar una pequeña cantidad en sus manos, inhalando profundamente para activar los sentidos y crear un ambiente de calma y conexión.
2. Movimiento articular:
Iniciamos la práctica con movimientos suaves que abren y lubrican las articulaciones.
3. Pranayama o control de la respiración:
Continuamos con técnicas de respiración consciente (pranayama) para calmar la mente y enfocar la energía interna.
4. Asanas o posturas:
La secuencia de posturas está diseñada para trabajar la flexibilidad, fuerza y equilibrio.
5. Meditación guiada:
Después de la relajación física, pasamos a una meditación guiada, enfocada en la conexión con el cuerpo y la gratitud. A través de la respiración consciente, los participantes son guiados a un estado de paz interior y atención plena, liberando cualquier estrés o tensión mental.
6. Mensaje con cartas:
Para cerrar la práctica, se ofrece una carta con un mensaje, lo cual añade un toque místico y personal a la práctica, cerrando con una intención clara.