La digitalización cambió muchos aspectos de nuestra vida y la atención médica no puede ser ajeno a ello.
La telemedicina se volvió vital, sobre todo cuando se trata de cuidar el corazón, ese músculo que, aunque no lo veamos, trabaja sin descanso. Cada día late unas 10.000 veces, haciendo circular la sangre por todo nuestro cuerpo, permitiéndonos estar vivos.
La telemedicina cardiovascular es una herramienta que usa la tecnología para ofrecer atención a distancia. A través de videollamadas, monitoreos en línea y el envío de datos médicos, los pacientes pueden recibir ayuda rápida, sin necesidad de desplazarse. En Colombia, el 30 % de las teleconsultas que se realizan están relacionadas con problemas del corazón, de acuerdo con el Ministerio de Salud.
El infarto agudo de miocardio sigue siendo uno de los mayores riesgos. El cardiólogo Juan Andrés Delgado Restrepo, especialista en Cardiología Invasiva, explicó que, “atiendo a muchos pacientes con infarto y el tiempo es clave. Antes, podíamos perder minutos valiosos esperando un electrocardiograma. Ahora, gracias a la telemedicina, podemos recibir esos resultados en segundos, incluso por herramientas tan simples como WhatsApp, lo que permite actuar de inmediato”.
Las enfermedades del corazón siguen siendo una preocupación en el país. En 2022, las afecciones cardíacas causaron la muerte de 70.234 personas en Colombia. Es decir, cada hora mueren ocho personas por problemas relacionados con el corazón.
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La tecnología que cuida del corazón
Delgado explicó que esta modalidad médica ayuda a reducir los tiempos de diagnóstico y facilita el seguimiento de pacientes con arritmias o insuficiencia cardíaca. Además, tecnologías como los relojes inteligentes permiten monitorear la frecuencia cardíaca en tiempo real, lo que da tranquilidad tanto al paciente, como a los médicos, que pueden intervenir rápidamente si es necesario.
Desafíos para la telemedicina en Colombia
Aunque la Resolución 3100 de 2019 regula la telemedicina en Colombia, su adopción no ha sido uniforme. De acuerdo con Mauricio Alberto Upegui Correa, especialista en Auditoría en Salud, muchas instituciones prefieren la atención presencial, en parte por los retos que implica la implementación de la telemedicina. “Hace falta personal capacitado, buena conectividad y la infraestructura adecuada para que este tipo de servicios sea eficaz”, comentó Upegui.
Actualmente, solo el 4,27 % de las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) en Colombia ofrecen servicios de telemedicina. Esto representa un reto importante, ya que muchas de estas instituciones se concentran en áreas urbanas, dejando desatendidas las zonas rurales. Aun así, Upegui recalcó que la telemedicina es beneficiosa tanto para quienes viven lejos de los centros médicos, como para personas en las ciudades que, por distintas razones, no pueden desplazarse fácilmente.
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Esto encaja con los argumentos brindados por Lizeth Lozano, médico general de Sura, quien explicó que aún existen deudas al respecto. “Aunque la telemedicina ha demostrado ser una herramienta valiosa, no podemos ignorar las barreras que enfrenta una parte considerable de la población, especialmente en áreas rurales o desfavorecidas” señaló.
Y es que uno de los principales desafíos que resaltó la profesional es el acceso limitado a las tecnologías de la información y comunicación (TIC). “Muchas personas mayores o de bajos recursos carecen de dispositivos adecuados, conexión a internet confiable o conocimiento para utilizarlos de manera efectiva”, reconoció.
La brecha en el acceso a servicios médicos es grande, dejando a los más vulnerables fuera de esta revolución digital en la salud. “Si bien la telemedicina puede facilitar la atención, debemos abordar primero estas desigualdades para asegurar que todos puedan beneficiarse de ella”, puntualizó la médico Lizeth.
El futuro de la cardiología: inteligencia artificial y telemedicina
El avance de la inteligencia artificial (IA) también está cambiando la manera en que los cardiólogos tratan a sus pacientes. Algoritmos y programas especializados permiten que los médicos hagan un seguimiento más detallado de personas con enfermedades cardíacas crónicas, optimizando el tratamiento y anticipando posibles complicaciones. Este tipo de tecnologías ya están siendo usadas para monitorear marcapasos y otros dispositivos implantados, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Reconocer los signos de alerta es clave en la telemedicina
Según los especialistas, la telemedicina funciona mejor cuando los pacientes saben identificar los primeros signos de un infarto. Si se siente un dolor opresivo que se extiende desde el abdomen hacia el pecho o la espalda, acompañado de náuseas, sudoración o vómitos, es importante buscar atención médica de inmediato. En estos casos, la rapidez con la que se actúa marca la diferencia, y la telemedicina ofrece la posibilidad de reaccionar a tiempo.