Cada vez es más complejo mantener una alimentación saludable debido a los alimentos con conservantes y ultraprocesados. Mantener unas buenas prácticas alimenticias es vital. Por Johan García
Aunque suene obvio, tener una alimentación saludable es vital a la hora de prevenir enfermedades y mantener un bienestar óptimo. A pesar de que los principios básicos para llevarlo a cabo son universales, la información errónea sobre lo que significa realmente comer bien abunda en internet y muchas veces genera desinformación.
Según la Organización Panamericana de la Salud, OPS, tener una dieta equilibrada previene la desnutrición y reduce el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT) y otras condiciones graves de salud.
Sin embargo, la piedra que se cruza en el camino para poner este hábito en práctica es el aumento en la producción de alimentos ultraprocesados en el mercado y los cambios en los estilos de vida que alteraron nuestros patrones alimenticios. Esto llevó a un mayor consumo de productos altos en calorías, como azúcares y grasas, mientras que, por esa razón, muchos no logran incluir suficientes frutas, verduras y fibras en su dieta.
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Alimentación saludable: Más allá de las modas
Sara Mesa, médico radióloga de la Universidad CES de Medellín y con un posgrado en nutrición y alimentación de la Universidad de Barcelona, explicó que una alimentación saludable se basa en la ingesta adecuada de micro y macronutrientes provenientes de buenas fuentes.
La especialista explicó que esta “es completamente individualizada”, refiriéndose a que las necesidades nutricionales varían de una persona a otra. Además, destacó que es importante consumir alimentos sin procesar, en su mayoría de origen vegetal, ya que hoy en día es difícil encontrarlos debido al uso excesivo de químicos y hormonas en las comidas.
Mitos de la alimentación saludable
Uno de los mitos más difundidos y a los que la doctora Sara le hizo mayor hincapié es ese pensamiento de que todo el mundo puede ayunar y no es así. “Esta práctica debe ser supervisada por un especialista, ya que puede ser perjudicial para ciertas personas, como mujeres embarazadas o aquellas con altos niveles de estrés. Como el ayuno es un estresor para el cuerpo, si ya estás estresado, no es el momento adecuado para practicarlo”, advirtió.
Otro mito es el de los productos “light“. De acuerdo con la médica, muchos de estos productos están cargados de químicos, edulcorantes y altos niveles de sodio, lo que los hace poco saludables. “Es preferible consumir un puñado de nueces, que son alimentos reales, en lugar de una barra que aparenta ser baja en calorías, pero está llena de jarabe de glucosa”, señaló.
Finalmente, desmitifica la creencia de que para perder peso es necesario pasar hambre. Sara Mesa explica que hacer una restricción extrema de alimentos puede llevar a un efecto rebote, haciendo que el cuerpo almacene más grasa al regresar de una inhibición. En lugar de ello, recomienda ingerir ingredientes que produzcan saciedad, asegurando un balance adecuado de nutrientes.
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Alimentación saludable, ¿influye en la prevención de la depresión?
La profesional también resaltó la conexión entre la alimentación y la salud mental. Alimentos que favorecen el buen funcionamiento del sistema nervioso pueden contribuir a un mejor estado de ánimo.
“La ingesta de alimentos ricos en fibra beneficia la microbiota intestinal, que a su vez produce serotonina, un neurotransmisor clave para evitar la depresión. Efecto contrario causan las comidas altamente procesadas y azucarados, que pueden tener efectos negativos sobre la buena asimilación de las emociones”.
En conclusión, desmitificar la información errónea sobre la alimentación saludable es fundamental para adoptar hábitos que beneficien tanto el cuerpo como la mente. La clave está en elegir alimentos menos procesados, personalizados a las necesidades individuales, y acompañar estos hábitos con un estilo de vida equilibrado.